Rosa de los vientos: significado espiritual del símbolo de los puntos cardinales

Al principio fue la Unidad, el principio rector que da inicio a la Obra y que después se disuelve en la Dualidad para hacer posible el orden y el movimiento. Así, los elementos permanecerán en oposición hasta que llegue la tercera alquimia, el final del trayecto del alma, en el que la polarización alcanzará la Unidad del Ser. Así es como sucede en la rosa de los vientos, el símbolo espiritual de los puntos cardinales.

La rosa de los vientos: la tercera trinidad alquímica

La rosa de los vientos es al mismo tiempo el punto final del viaje del alma y el punto culminante de la unidad, el momento crucial en el que, todo lo que hasta ahora estaba desunido y en oposición, encuentra ahora su armonía y su coherencia. A nivel espiritual, esto supone la fusión de las energías opuestas, complementarias, el Yin y el Yang.

Por esa misma razón,  la rosa de los vientos también es el símbolo de las llamas gemelas y su unión, pues estas almas gemelas que llevan buscándose vida tras vida, creciendo para adquirir un nivel superior de consciencia para poder estar a la altura de semejante encuentro kármico y para ser capaces de reconocerse llegado el momento, una vez unidas estarán listas para disfrutar juntas de su conexión en el mundo terrenal de la que será su última reencarnación.

La rosa de los vientos simboliza el fin de la antítesis entre las dos trinidades alquímicas para dar lugar a un nuevo nacimiento en la que el alma deja de estar esclavizada en el inframundo y asciende a la totalidad del ser.

Lo masculino y lo femenino, lo blanco y lo negro, lo positivo y lo negativo, lo interior y lo exterior, lo material y lo espiritual. Todo ello queda por fin sellado en una sola unidad, que es el ser, donde por fin se unen el alfa y omega del camino de la vida.

El significado de los puntos cardinales

De la unidad parte la dirección, del centro a los extremos: una vez que se han diluido las oposiciones se trazan los caminos del nuevo comienzo. En la rosa de los vientos, el centro y los cuatro punto cardinales (norte, sur, este y oeste) tienen también un significado muy especial.

El centro

El punto central de la rosa de los vientos es el vértice que une el plano horizontal, la mente, con el plano vertical, el corazón. Lo racional y lo emocional, la mente y el espíritu, quedan así unidos en una nueva fase del ser que alcanza la conciencia en el tiempo presente y real y da fin al tiempo de los opuestos: se logra la unidad.

En esta unión se cruza el plano cósmico que separa el mundo del cosmos abstracto (mente) y el cosmos real (espíritu) para dar lugar a la vida, y hace que lo dual sea separado del uno en dos partes dentro del tres: es decir, crea la polaridad, la separación de los elementos, que hacen posible el orden y el movimiento.

El norte

El invierno, el aire, la medianoche y lo divino se funden en el punto cardinal del Norte, símbolo de la dirección, la sabiduría y la adaptación. El Norte representa el individuo que ha sabido armonizar la parte racional con la parte emocional y la pone al servicio de una dirección, de una orientación. Es el logro de la madurez, la vejez y el tramo final  aunque no último.

El norte nos acerca a la divinidad y las estrellas, al Uno y al cosmos, y es el punto cardinal que nos guía hacia la resolución de los conflictos.

El sur

El verano, el agua y el mediodía, lo mundano y lo terrenal, la aventura del espíritu. El Sur es el punto cardinal del arrojo y el valor, la fase de exploración del alma joven, la inexperiencia, la inocencia y el descubrimiento.

Este punto alberga un espíritu observador, analítico, curioso, el proceso en el que el individuo estudia su entorno y su propia personalidad para diseñar sus propias estrategias y encontrar su lugar en el mundo. El sur nos aleja de lo divino y nos introduce en lo mundano.

El este

La primavera, el fuego y el amanecer, el nacimiento del Sol y el inicio de la nueva vida, la encarnación de los seres en la materia, el inicio de la cosecha, los albores del entendimiento. Este punto cardinal simboliza el inicio de la era de la humanidad  y la existencia de los seres vivos, la toma de conciencia de un mundo nuevo.

En el punto cardinal del este se nos revela con claridad la voluntad divina  y una perspectiva de nuestra vida para evitar que los pequeños detalles obstruyan el camino.

El oeste

El otoño, la tierra, el ocaso y, en definitiva, la madurez y la conciencia. En esta fase hemos alcanzado sabiduría y conocimiento, y entramos en una fase de relajación y realización. Es el momento en que recogemos la cosecha, los frutos del esfuerzo, y los disfrutamos gracias a un estado de conciencia mucho más profundo.

El oeste no significa la muerte, sino la preparación, después de la etapa experimental (sur) y la toma de conciencia de la vida (este), para elevarnos hacia la eternidad (norte).

Tatuaje de la rosa de los vientos: un nuevo comienzo

Así, lo que hasta ahora permanecía dispersado en tu ser ahora adquiere potencia y unidad gracias a la fusión de tus necesidades espirituales con tus capacidades mentales. La estrella de los vientos anuncia el fin de un camino de lucha y esfuerzo y el nacimiento de un nuevo ser lleno de nuevas potencialidades.

Por eso el tatuaje de la rosa de los vientos tiene, para muchas personas, un significado muy especial: mediante la ardua tarea de encontrar el centro, la fijación del plano horizonte con el plano vertical, la totalidad adquiere conciencia de las direcciones y deja atrás la desorientación para dar paso a la decisión, la seguridad y el movimiento coherente.

La orientación no es solo una forma de no perderse, sino sobre todo de encontrar el camino. El tatuaje de la rosa de los vientos puede ser una inspiración para no perderse, pero sobre todo debe ser un incentivo para encontrar la unidad del ser, la fusión de la mente y el espíritu, y el camino trazado para la realización y la satisfacción.

Existen muchos diseños, desde la rosa de los vientos tradicional como brújula hasta formas más exóticas como la rosa de los vientos vikinga, un símbolo ancestral que los pueblos nórdicos utilizaban como brújula de navegación y que guarda parecido con la que conocemos