¿Qué son las Almas gemelas, llamas gemelas y amor kármico y qué las diferencian?
Cada relación cumple una función en nuestra vida y el rol de las almas gemelas es único. Descubre si ya has encontrado a tu otra mitad
¿Alguna vez te has preguntado si tú y esa persona tan especial podríais ser almas gemelas y estar destinados el uno al otro de alguna forma inevitable?
Quién más quién menos que haya vivido, cuenta en su haber con historias de amor muy diversas: Relaciones tormentosas que nos marcaron, historias dulces con las que sacamos lo mejor de nosotros mismos, amores imposibles que no conseguimos olvidar… ¿Qué tienen en común entre sí? Que detrás de todas ellas hay conexiones cósmicas, pudiendo tratarse de almas gemelas, llamas gemelas o incluso un amor kármico.
¿Te gustaría descubrir qué las diferencia y qué fin último persiguen cada una de ellas? Pues allá vamos.
Almas gemelas, llamas gemelas y amor kármico: Qué son y qué las diferencia
Pensemos un momento en las relaciones de pareja que van entretejiendo poco a poco nuestra propia historia personal. Todas ellas son relaciones basadas en el amor que podemos sentir por otra persona, pero cuya finalidad perseguida por esa unión va mucho más allá de lo que podemos imaginar a priori.
Recuerda, sea cual sea el tipo de conexión cósmica que descubras en tu relación de pareja (actual o del pasado), todas ellas tienen una finalidad en tu camino. Sin embargo, en lo que radica la principal diferencia entre almas gemelas, llamas gemelas y amor kármico, es la función que tienen en nuestra vida y de qué forma nos afecta como persona:
Unas nos pondrán contra las cuerdas de lo que tenemos que superar de una vez por todas, otras nos acompañarán con su afinidad personal a lo largo del camino y, si tenemos muchísima suerte y llega ese momento algún día, encontraremos a nuestra otra mitad, el amor de nuestra vida, la que hace aflorar en nosotros nuestra mejor versión posible.
Almas gemelas, nuestros más afines compañeros
Aunque de los tres conceptos, el de las almas gemelas es el más conocido, comencemos dejando claro un punto de partida porque suele haber confusión: En realidad no se trata de la persona que será nuestra otra mitad, quizás ni siquiera sea una sola. De hecho, no tiene tampoco por qué llegar a ser nuestra pareja.
No existe una única alma gemela para cada uno de nosotros. En realidad podríamos encontrar varias a lo largo de nuestra vida, y podría suceder que se tratara de un amigo o una amiga, de un familiar o una pareja. Y aunque a lo largo de toda nuestra existencia podemos descubrir algunas de ellas en diferentes momentos, un momento en el que suelen cruzarse en nuestro camino es al dejar atrás un amor kármico.
Son personas con las que la conexión es inmediata, alguien con quien surge ese buen feeling entre ambas de forma tan natural como sorprendente entre quienes no se conocían previamente. Y a diferencia del amor kármico, en una relación entre dos almas gemelas prevalece la similitud, la afinidad y todo fluye entre esas personas.
También nos acompañan en el crecimiento de nuestra esencia personal, solo que ahora no se trata de aquello que debemos cambiar, sino más bien nos ayudan a darnos cuenta de nuestras virtudes, de nuestras fortalezas y de todo lo bueno que tenemos para compartir con el mundo. A su lado, sacamos lo mejor de nosotros.
Amor kármico, los auténticos maestros
Piensa en esa relación que has vivido junto a una persona con quien te has sentido profundamente conectada con un fuerte magnetismo (por alguna razón lejana a tu propio entendimiento y hasta puede que lejos de toda lógica), y con quien el conflicto sea verdaderamente intenso y hasta recurrente. Bien, este podría ser un caso de amor kármico.
Se trata de personas que llegan a nuestra vida con una finalidad clara: cambiar la forma y el rumbo de nuestra vida a través del cambio tan intenso que producen en nosotros mismos.
Nos muestra aquello que no deseamos ser, o nos acerca hasta nuestros límites para rebasarlos y expandirlos de forma que podamos llegar mucho más lejos para alcanzar nuestros sueños más adelante, cuando llegue el momento. El amor kármico es el que trae consigo el conflicto como la forma de hacernos progresar hacia un nivel personal superior, aquello que nos obligará a cambiar para continuar creciendo y mejorando como personas.
A diferencia de cuando encuentras a tu alma gemela, en el amor kármico la pareja realmente no funciona ni funcionará jamás con armonía: No existe compatibilidad. Por decirlo de alguna forma, están condenados a chocar siempre; aunque hubiera un auténtico empeño por parte de ambos y se intentara una y otra vez, no llegaría a ser producirse un encuentro sin discusiones ni dolor.
Pero en realidad, de eso se trata. Suelen representar al antagonista de nuestra vida, alguien con quien la colisión es fuerte, pero necesaria para fomentar el aprendizaje que era preciso para continuar creciendo como persona.
Con cada desencuentro con nuestro amor kármico, vamos aprendiendo las lecciones que teníamos pendientes para continuar avanzando en nuestro camino por la vida. Por esa razón, también se marcha de tu lado llegado el momento. Y cuando eso suceda, déjalo ir. Y no temas, entonces estarás lista para descubrir a tu llama gemela, pero vayamos poco a poco.
Llamas gemelas, por fin… el encuentro con nuestra otra mitad
Y en relación a las llamas gemelas, serían lo que muchos confunden con almas gemelas. En este caso sí que representarían la unión perfecta entre dos personas.
Se cree que son dos partes de una misma alma separada en dos personas diferentes destinadas a reencontrarse de nuevo. Aunque eso sí, solo podrán estar de nuevo juntas y unidas por ese amor único que sienten el uno por el otro cuando llegue el momento oportuno; cuando ambos estén preparados.
Pero si existe un momento mágico para todo aquel que lo presencia, es en el que sus miradas se cruzan por primera vez en esta vida. Cuando sus ojos se encuentran y no pueden apartarlos el uno del otro, las palabras sobran y sin embargo todo parece estar dicho: Es un espectáculo para cualquiera.
La maravilla que supone ese instante, en el que dos desconocidos, las llamas gemelas, parecen haber descubierto entre la multitud a alguien que conocen desde siempre, solo mirarse y sin necesidad incluso de mediar palabra, por quien se despiertan de forma instantánea un torrente de emociones maravillosas que no pueden explicar mediante la lógica… pero que todo lo demás dentro de sí mismos les dice que tiene todo el sentido del mundo. Y a partir de entonces, algo cambia en tu mundo para siempre.
A partir de ese momento, los retos a superar para conseguir que las dos llamas gemelas puedan estar juntos serán innumerables, aparecen dificultades de todo tipo, y los temores se apoderarán de ambos. Es de lo más normal, ya que sea cual sea la vida que llevaran estas dos personas hasta ese momento, dará un giro que tambaleará la estructura de lo que hacen y de lo que son. Pero no todo irá en contra, pues contarán el uno con el otro como aliados para conseguirlo.
Y es que ningún tipo de relación anterior tendrá parecido alguno con la que se produce al encontrarse las llamas gemelas; este es un amor pleno e indestructible, el que deja salir la mejor versión del uno y el otro, un amor por el que poner el mundo patas arriba si hiciera falta, porque oportunidades como esa (y solo si tienes suerte) se producen únicamente una vez en la vida.
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