Psicofonías: qué son según la parapsicología y cómo grabarlas

El ser humano siempre ha querido contactar con el mundo de los muertos,  ya desde las más antiguas sociedades. Las psicofonías  son una forma de escuchar voces de aquellos que ya no están (o que nunca han estado aquí) y consiste en escuchar atentamente grabaciones en las que se recogen sonidos y voces de objetos o personas que simplemente no están ahí.

Qué es una psicofonía

Así pues, podemos definir una psicofonía como un sonido muy especial, que pueden ser identificados como fonemas, ruidos o incluso música que se recogen con una grabadora de sonido, y cuya naturaleza, en rigor científico, hay que decir que es desconocida.  Que no hay ahí un agente que permita generar ese sonido que hemos capturado.

Una cuestión elemental que se plantea en ese sentido es que si un medio físico puede captar ese sonido, el origen del mismo debe ser igualmente físico, si bien  la explicación de las psicofonías se encuentra en que en una esfera más allá de la nuestra  en la que hay espíritus que no han ido con dios ni el demonio, o que están pendientes de reencarnarse, y son los que nos lanzan estos mensajes.

De momento, no hay una conclusión certera de qué leyes rigen los fenómenos paranormales, y que en ocasiones estos se producen en franca oposición a las leyes físicas.

Igualmente, existe una corriente según la cual las psicofonías no son las voces del más allá, sino una proyección del inconsciente por parte de los individuos vivos, la cual se intenta manifestar por encima de la causa que trasciende al sujeto, y queda recogida por la grabadora.

La psicofonía vista desde la parapsicología

La parapsicología nos indica que al captar una psicofonía  no podemos saber del todo quién puede estar en el otro lado, como ocurre con otros métodos de comunicación con el más allá como la tabla de ouija, o la escritura automática.

Aunque oigamos unas voces de personas que a todas luces no estaban allí, ni siquiera si lo que nos dicen es de vital importancia para nosotros. Se suele decir que el hombre no buscó comunicarse con los muertos a través de las psicofonías, sino que más bien se encontró con ellas, prestando atención a lo que recogían las primeras cintas capaces de registrar sonidos.

No olvidemos que  estamos hablando de una paraciencia,  es decir, un tipo de conocimiento que intenta desgranar el conocimiento humano que va más allá de nuestra propia naturaleza, y que sería inaccesible con el método científico que actualmente conocemos.

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Cómo grabar una psicofonía

Tradicionalmente las psicofonías se grababan con magnetófonos, y se recomendaba emplear cintas de buena calidad y que fuesen completamente vírgenes, para que no hubiera residuos de otras grabaciones, si bien, en la actualidad, los investigadores de la parapsicología emplean grabadoras digitales. Si es posible, usa un micrófono externo, que reducirá el ruido del motor y los sonidos internos del dispositivo. Y si lo mantienes alejado de la unidad cuando grabes, mejor.

Si vamos a grabar por ejemplo en casa, es ideal dejar el aparato sobre un cojín o almohada, que amortigüe psibles ruidos o vibraciones. Podemos grabar el sonido ambiente y esperar a ver qué ocurre, o podemos formular preguntas de asuntos en los que tengamos curiosidad. Eso sí,  en el caso de que vayas a ser quien capitanee la situación, intenta dominar en todo momento la misma; si no te sientes capaz, es mejor que te abstengas de grabar psicofonías.

Mientras grabas intentando captar psicofonías,, asegúrate de tomar notas sobre cualquier sonido o ruido que escuches para no confundir el ruido de fondo con algo paranormal durante la reproducción.

Si queremos lanzar una pregunta esperando que una voz del más allá nos responda y la captemos en una psicofonía, los expertos recomiendan decir el sitio y la hora en la que estamos, formular la cuestión en sí, esperar unos segundos prudenciales para obtener la respuesta y decir, de nuevo, unas palabras (“fin de la prueba”, por ejemplo) para saber que ya hemos terminado.

Después, nos tocará  revisar la grabación con un oído muy fino, pues las voces o sonidos que registremos pueden ser prácticamente inaudible. En la era digital, tenemos la suerte de que con los ordenadores y un poco de conocimiento básico sobre edición de audio podremos amplificar ese momento en el que oigamos algo peculiar.

Mientras haces preguntas, evita el clásico "¿hay alguien ahí?". Actúa siempre como si lo supieras, que realmente están ahí. Mejor pregunta "¿cuál es tu nombre?", "¿hay algo que pueda hacer por ti?" o cualquier cuestión que desees saber. La naturalidad y la espontaneidad crean un aura conveniente para que se produzcan este tipo de fenómenos. Al terminar, da las gracias, pues a los fantasmas les gusta este tipo de gestos.

Antes explicábamos que  las psicofonías no siempre son voces de espíritus.  Por ejemplo, en lugares que fueron objetos de bombardeos en épocas de guerra se puede grabar explosiones que, evidentemente, no están teniendo lugar en el momento de la grabación. En España, por ejemplo, también se dice que en algunas alcazabas árabes se puede oír ruido de espadas peleando como antaño.​​​​​​​

Los sonidos de las psicofonías son muy subjetivos,  ya que en la mayoría de los casos no son nítidos, tienen un eco que podría catalogarse de metálico, y lo que una persona puede identificar como una palabra concreta, para otro puede ser una muy diferente.

Por supuesto, para grabar psicofonías  hay que ser muy persistentes,  y es probable que en las primeras sesiones no obtengas ningún sonido que la parapsicología pudiera catalogar como paranormal.

La psicofonía más famosa de Cuarto Milenio y otros casos

En España,  el periodista Íker Jiménez es un experto en todo lo relacionado con el mundo paranormal,  y en sus programas Milenio 3 en radio y Cuarto Milenio en televisión ha tratado en muchas ocasiones el tema de las psicofonías, centrándose en lugares como Belchite, que fue bombardeado en la Guerra Civil, o el Hospital del Tórax, en Terrassa, Barcelona.

En muchas ocasiones se ha encontrado con psicofonías que quería contactar con él y con su mujer,  la también periodista Carmen Porter, incluso en programas en directo. Por ejemplo, en noviembre de 2018 se pudo oír claramente cómo alguien decía el nombre “Carlos” mientras hablaban con la audiencia a través de un directo en YouTube.

Germán de Argumosa, Sinesio Darnel o Pedro Amorós son otros de los investigadores que han investigado a lo largo de su carrera el mundo de las psicofonías, captadas en lugares con fama de encantados, como palacios o cementerios.

Como curiosidad, se dice que la primera psicofononía la grabó el productor de cine Friedrich Jürgenson, que grabó el canto de unos pájaros para un documental, y que al revisar el audio escuchó la voz de su difunta progenitora, que le dijo “Friedel, ¿Puedes oírme? Es mami”.