Las tres posturas del Kamasutra para el Signo Leo

Si no quieres que tu león se duerma en la cama, adóralo y refuerza su sensación de poder. La clave del placer en la cama para un Leo es el deseo: sentirse deseado y al mismo tiempo sentir que proporciona placer es algo imprescindible para que logre encontrar el camino hacia el orgasmo. El signo del lujo y del poder es, en las relaciones íntimas, el signo del fuego y la lujuria. Veamos más en profundidad cuáles son los secretos de Leo en la cama, y cuáles son sus posturas favoritas.

Leo en la cama: ardor y deseo

Los signos de fuego o demasiado pasionales, como Escorpio, y los excesivamente taimados e indecisos como Tauro, desesperan tanto a un Leo que acaban bajándole la líbido. En cambio, los signos de agua, y en especial Acuario, son ideales para él: además de amar el sexo y disfrutar con él, tienen una entrega a su amante que le enloquece.

Así, pues, los nativos del signo Leo necesitan ante todo sentirse deseados. Por eso, para lograr conectar con ellos en la cama y sacarles lo mejor, es muy importante excitarles en las fases y, sobre todo, regalarles los oídos. Hacer sentir masculinos a los Leo hombres, o sensuales y explosivas a las Leo mujeres, es esencial. La pareja de Leo debe tomar el mando en los preliminares, asegurarse de que va encendiendo poco a poco la hoguera en la que se cuece el deseo de sus amantes. Y debe hacerlo sin prisas, jugando al juego de la excitación controlando los tiempos.

Eso sí, una vez que el león se haya soltado la melena y haya llegado al punto de excitación ideal, los roles cambian. Ahí es muy importante comprender que en el acto sexual los Leo solo saben llevar el mando, y por eso desconfían de otros signos lujuriosos y pasionales. Para un Leo, solo puede haber un rey en la cama. Hay que dejarle hacer, cederle el dominio de la escena. 

Pero en contra de lo que se pueda pensar, no estamos ante una persona frívola que vive el sexo solo como una forma de placer. El intercambio intelectual, la exigencia y la sinceridad son otros rasgos de Leo en la cama. No se conformará con cualquier cosa: Leo quiere un sexo placentero y de calidad. Y además, lo del fingimiento no va con él. Por lo tanto, hay que vestir el acto sexual con un ambiente adecuado y poner todo el empeño en que sea una relación completa.

Las mejores posturas del Kamasutra para Leo

Pero mejor entremos en detalle y veamos, vistas sus necesidades en la cama, cuáles son las mejores posturas del Kamasutra para Leo.

1. La libélula

Algunos la consideran la posición más excitante del Kamasutra. En efecto, es una de las que produce más placer si se sabe hacer correctamente, por lo que le da a Leo no solo la posibilidad de disfrutar de un buen sexo, sino además la sensación de que sabe dominar todos los resortes del acto sexual.

No se trata de una posición sencilla ni para el hombre ni para la mujer, por lo que ahí un Leo masculino o femenino puede demostrar su habilidad (que para él es sinónimo de poder). Pero lo más excitante para Leo es que es una posición poco común y, por lo tanto, le proporciona el efecto sorpresa que tanto le calienta.

Para hacerlo, el hombre debe tumbarse de lado a la espalda de ella y ella pasar su pierna flexionada por detrás de su cadera. Ambos amantes quedan así ligados mientras el hombre la penetra. Se trata de una posición bastante acrobática en la que la duración suele ser corta y muy intensa, y permite además que el hombre acerque su boca al oído de ella para susurrar algunas palabras.

2. La posición de Andrómaca

En la mitología griega se conraba que la mujer del gran guerrero Héctor, Andrómaca, cabalgaba a su hombre con tal furor que dejaba a su hombre en situación de indefensión total. Sirva la metáfora para introducir una postura sexual en la que el dominio de la mujer es total, y con la habilidad y la fuerza necesaria puede dejar al hombre totalmente extenuado. Es la posición ideal del Kamasutra para una mujer Leo.

En este caso es una postura bastante sencilla: el hombre tumbado de boca arriba está a merced de la mujer, que se sienta encima de su pene de cara hacia él, y le cabalga. 

Hay muchas ventajas para una mujer Leo. Primeramente, ella tiene todo el control de la situación. Aumenta o disminuye el ritmo cuando ella quiere, estimula su clítoris o sus pechos cuando quiere aumentar el placer, y llega al orgasmo solo cuando ella lo decide. En segundo lugar, el hombre es un ser sometido que solo puede contemplar, pero ahí está el secreto: La mujer Leo se derrite viendo como su amante enloquece con el simple placer de la mirada. Ella se siente más deseada que nunca. 

3. El barco de vela

Esa va para los hombres Leo. La mujer se tumba boca arriba y levanta las piernas ofreciéndole a él, que está enfrente, todo el control de la situación. Ahí se inicia un viaje en barco velero en el que el hombre, agarrando las piernas de su amante, es quien lleva el control del timón.

Es una posición de dominio total, incluso que lleva inconscientemente al hombre Leo a sentirse como un emperador a la conquista de un territorio. Enfrente tiene la vagina de la mujer y esta apenas puede mover las piernas, que están sujetadas por él, e introduce su miembro viril a su antojo. El ritmo de la conquista y el momento de llegar al clímax de la victoria dependen única y exclusivamente de él. Leo siente como su cuerpo se despliega en una áurea de atracción y fuerza, de exhibición y poder.

Junto a eso, como en la posición anterior, está la ventaja de que ella queda totalmente derrotada en la cama y alcanza el placer observando a su hombre conquistador. El hombre se siente en todo momento observado, admirado, respetado, se siente el dueño de la escena, el rey de la selva, Napoleón en Austerlitz. Así puede ir subiendo la intensidad hasta llegar al orgasmo, momento en el que puede excitar el clítoris de ella para llegar juntos.