Turquesa: significado, propiedades curativas y usos en gemoterapia
Descubre para qué es beneficiosa la piedra turquesa y cómo utilizarla.
De la turquesa se dice que es la piedra que evoca los mares del sur, cuando los matices del cielo y el mar se mezclan tan estrechamente que es difícil diferenciarlos. Una piedra con una tonalidad única, que da nombre a un color, y que tiene numerosas propiedades, aunque poca gente sabe que es un mineral vivo que evoluciona con el tiempo: se puede cambiar el tono, color, embellecer o perder su brillo.
Disfruta del siguiente reportaje en el que nos adentraremos en la piedra turquesa, sus propiedades curativas, para qué signos zodiacales tiene un mayor poder y otros muchos aspectos y curiosidades.
Turquesa: significado en gemología
Si nos centramos en la gemología, la turquesa es un fosfato de aluminio y cobre, que va de azul claro a verde manzana, con un sistema cristalino triclínico. Su luminiscencia es verde-amarillo o azul claro. Cuanto más cobre haya en su composición, más azul será.
La turquesa se encuentra a menudo en áreas desérticas y podemos hallar yacimientos en el Mar Rojo, México, Estados Unidos, Afganistán, China, Israel o Brasil, aunque se afirma que el más hermoso color turquesa actualmente provienen de Irán, en las minas cerca de Nishapur. No obstante, hay que destacar que el nombre de turquesa significa “piedra turca” pues de Turquía procedían las primeras exportaciones.
Dado que esta piedra ha sido explotada durante mucho tiempo, como decimos, casi todos los depósitos antiguos están agotados a excepción de Irán, que todavía conoce muchos de ellos en la actualidad. Y es que la turquesa es conocida desde miles de años antes de nuestra era, y mientras que otras piedras mágicas se empleaban para hacer herramientas y útiles, la turquesa siempre se empleó para fabricar joyas, jarrones y variopintos objetos decorativos.
Pero no solo eso: también se machacaba hasta reducirla a polvo y se empleaba como maquillaje para los ojos. Marco Polo ya mencionó estas piedras que vinieron de la provincia de Sichuan y se encontraron en el Tíbet, lugar donde precisamente se empleaba como materia prima para tallar figuras de divinidades.
En el siglo XV en Europa, la turquesa se consideraba un símbolo de virilidad, y durante el Romanticismo era el color de los amantes. Si nos alejamos en el tiempo, en Oriente tenía la fama de traer buena suerte y proteger serpientes y escorpiones contra el veneno, y en Egipto se dejaba en las tumbas como ofrenda.
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Propiedades curativas de la turquesa y sus usos en gemoterapia
Como tantas piedras mágicas, la turquesa tiene un fuerte poder tanto en el plano físico como en el plano espiritual o mental de los seres humanos. Así se afirma en la gemoterapia, la medicina alternativa que investiga el poder de los cristales y cómo nos aportan bienestar.
En este sentido, podemos destacar que la turquesa es sobre todo una piedra de purificación y desintoxicación. Así, ayuda a regular el sistema nervioso y purifica los fluidos corporales. Se dice que aplicado a una herida lucha contra virus e infecciones y ayuda a curar el envenenamiento. Pese a esto, debemos remarcar que un tratamiento de gemoterapia no sustituye jamás a las indicaciones de un médico.
Además, protege el sistema respiratorio y es un buen regulador del sistema nervioso con efectos calmantes y calmantes. En el plano psíquico, las piedras mágicas de turquesa tienen la capacidad de dar coraje y fortaleza de alma para enfrentar todo tipo de riesgos. Y por otro lado, tiene la propiedad de absorber pensamientos negativos.
¿Cómo limpiar la piedra turquesa?
Como sucede con todas las piedras mágicas, es útil (y necesario) limpiar y purificar nuestra turquesa de vez en cuando para que sea lo más efectiva posible. Así, para limpiarla debemos dejarla remojar en agua destilada durante unas horas, preferiblemente en un recipiente hecho con materiales naturales: barro, cristal, metal… Cualquier opción será mejor que un barreño de plástico, pero si es lo que tienes a mano ¡tampoco pasa nada!
Para recargarlo con buenas energías, déjalo en tu ventana en una noche de luna llena, o colócalo en una piedra de cuarzo. ¡Ojo con la composición de la turquesa! A diferencia de otras piedras mágicas que se pueden cargar al sol, este no es el caso, pues podría deshacerse. Igualmente, el agua salada podría dañarla.
La turquesa y los Chakras
Para las personas que practican la meditación, la turquesa sería un buen catalizador, en relación con el chakra del tercer ojo, y permitiría que las energías positivas se manifestaran y se evitara los bloqueos psicológicos en su portador.
Por otro lado, en el punto energético del chakra de la garganta, facilitaría la comunicación, las relaciones interpersonales, y es muy valioso para personas que emplean su voz de manera constante: oradores, profesores, comerciales, cantantes… Y es que reduciendo el estrés de comunicar en público y facilitando el habla. Por último, destaca que en armonía con el chakra del corazón, traería calma y serenidad, amplificando las capacidades del amor.
¿Para qué signos del zodiaco es adecuada la turquesa?
Dentro de las piedras de poder que mejoran a los nativos de determinados horóscopos, es curioso cómo el poder de la turquesa es del que abarca a un mayor número de signos. Así, generalmente se relaciona con los signos astrológicos de Libra, Géminis, Piscis, Sagitario, Acuario y Escorpio.
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Algunas curiosidades sobre la turquesa
Debido a su rareza, la piedra azul siempre ha sido considerada como el símbolo de riqueza y prestigio . No en vano, en Egipto, los adornos mortuorios de Ramsés y Tutankhamnon estaban incrustados de esta piedra mágica. De la turquesa se dice que es la piedra de la eterna juventud, y también la de los viajeros porque te protege cuando estás en movimiento. De esta manera es bueno tener una piedra turquesa, por ejemplo, en el coche.
Su uso como joya (debido a que tiene poca dureza y por tanto se puede trabajar bien) se remonta a miles de años, y fue utilizado como un talismán contra el mal de ojo, para adornar los turbantes, o para hacer sellos en los anillos. En la actualidad, podemos encontrar esta piedra mágica en cualquier joyería en forma de anillos, pendientes, colgantes y otros muchos adornos. La joyería tradicional tibetana es conocida por su combinación de turquesa y coral.
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