Tercer Ojo: dónde está y cómo abrirlo
El tercer ojo se corresponde con nuestra capacidad de ver el mundo como no es como creemos que es. Descubre todo sobre este símbolo del despertar espiritual
Durante milenios, el tercer ojo se ha alzado como el símbolo por excelencia del despertar espiritual. El tercer ojo se corresponde con nuestra capacidad de ver el mundo como realmente es, y no como hasta el momento creíamos que era.
El órgano del cuerpo asociado con él es la glándula pineal (según la teosofía) y está ubicada en la frente, un poco más alta que entre los dos ojos. Pero hay que saber cómo abrir el tercer ojo.
Para conocer todo lo necesario sobre el tercer ojo toma nota del siguiente reportaje. Con paciencia y práctica, podrás acceder a un estado de superconsciencia e iluminación, un auténtico baño de dicha.
Tercer Ojo: Qué es y dónde se encuentra
El tercer ojo simboliza un estado iluminado de conciencia a través del cual es posible percibir el mundo. Mejora el poder de percepción de uno mismo a través de la claridad y la agudeza mental.
Una pregunta muy frecuente es dónde se encuentra el tercer ojo, pero si lo piensas, darás con la respuesta: está en la parte frontal del cerebro, entre los dos ojos. Está justo encima del puente de la nariz. Seguro que alguna vez has visto a personas hindúes con un punto marcado como un tercer ojo en la frente: ahí es donde se encontraría.
Y es que el hinduísmo vincula el tercer ojo con los chakras, los centros de energía que todos tenemos en el cuerpo y que se alinean a lo largo de la columna vertebral. Hay siete chakras y cada uno de ellos corresponde a una parte diferente de su bienestar físico, mental y espiritual. Tu tercer ojo se correspondería con el sexto chakra. Sin embargo, corrientes como la Teosofía, vinculan el tercer ojo a la glándula pineal o glándula pituitaria.
Los más experimentados señalan que el tercer ojo se abre gradualmente. Una vez lo tienes desarrollado, te permite entender cómo funciona el mundo y, por lo tanto, dar un paso atrás en todas las situaciones difíciles que estás atravesando.
A medida que el tercer ojo se abre, más ves y aprendes que no debes tener miedo, aunque algunas situaciones sean difíciles. Tu despertar te dará las claves y las habilidades para crear la vida con la que siempre soñaste; algunos llaman a esto sexto sentido.
Ya no necesitarás pensar continuamente para encontrar soluciones a muchos conflictos, pues tu mente se calma, y cada día experimentas más calma mental.
Usar el tercer ojo no te convierte en un vidente o un mago, como pueden creer muchos; más bien, significa que tienes un mejor control de tu mente y tus emociones.
Abrir tu tercer ojo puede brindarte una visión más profunda del mundo que te rodea, pero hay que trabajar para lograrlo, llevando a cabo diversos ejercicios que funcionarán más o menos según la persona.
Cómo abrir el tercer ojo
Te proponemos dos ejercicios para abrir el chakra del tercer ojo. El primer ejercicio consistiría en abrir el tercer ojo a través de los chakras. Así, se nos dice que la meditación es una de las herramientas más efectivas para abrir tu tercer ojo, y para ello debes elegir un entorno tranquilo.
Coloca las piernas cruzadas, y tus manos frente a la parte más baja de tu pecho. Debes estar recto, y con los dedos de los extremos tocándose uno con la punta del otro; el resto de los dedos están doblados hacia adentro, solo las falanges externas se tocan.
Concéntrate en el chakra del tercer ojo y su significado. Piensa en él, en tu frente, entre tus dos cejas. En silencio, pero con claridad, entona el mantra del chakra del tercer ojo, que es el sonido “Om”.
Mientras llevas a cabo este ejercicio para abrir el tercer ojo debes sentir que tu cuerpo se relaja naturalmente. Sigue pensando en el sexto chakra y cómo te gustaría que afectase a tu vida. Continúa haciendo esto hasta que sientas la misma sensación de limpieza que con el chakra de la garganta, y quizás más intensamente.
El anterior ejercicio está vinculado a los chakras, pero hay otros ejercicios más simples que pueden desarrollar gradualmente su tercer ojo a través de algo tan sencillo como la respiración.
Con ropa cómoda y en un lugar agradable debes respirar normalmente. Ten en cuenta tu frecuencia respiratoria para reducirla gradualmente.
Por un momento, aplica la respiración profunda, lenta y profundamente, inhalando por la nariz y a continuación exhalando por la boca. Hecho esto, inhala profundamente durante diez segundos, aumentando el volumen del abdomen y los pulmones; mantén el aire en tu interior cinco segundo, y luego exhala lentamente durante diez segundos.
Para alcanzar un nivel más alto de consciencia y mantener la relajación mientras se abre paulatinamente tu tercer ojo será necesario practicar este tipo de relajación durante unos minutos al día. Y es que, como ya hemos explicado, ¡el tercer ojo no se abrirá de un día para otro!
Unos últimos apuntes
El color asociado con el tercer ojo es morado oscuro. Puedes elegir ropa de estos colores para buscar su apertura. En alimentación, podemos decantarnos por bayas del tipo arándano. Las piedras recomendadas para desbloquear el Tercer Ojo son piedras de color púrpura o azul (amatista, calcedonia, fluorita…) Los aceites esenciales que puedes utilizar son incienso, lavanda y laurel.
Pero cuidado: buscar abrir tu tercer ojo a toda costa te alejará de su verdadera apertura. Como se ha insistido en este reportaje, es algo que ocurre poco a poco durante el camino de tu vida. Con cada problema resuelto, o cada descubrimiento por tu cuenta, se abrirá un poco más.
No obstante, ya eres perfecto como eres y abrir el tercer ojo no es una misión que se tenga que cumplir para desbloquear el derecho a la felicidad.
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