Sincronicidad entre dos personas: cómo interpretar los signos del destino
La sincronicidad entre dos personas nos indica estar ante señales del destino y ante alguien importante para uno mismo. Suceden durante los períodos de transformación personal.
Las casualidades no existen, reza un viejo dicho, y hay quien duda entre destino o casualidad cuando algo bueno (o malo) les ocurre en la vida. Misterios cotidianos que bien se podrían englobar en la sincronicidad, un concepto que desarrollaremos en el siguiente reportaje, haciendo hincapié en la conexión entre sincronicidad y amor, o lo que es lo mismo, la sincronicidad entre dos personas.
Sincronicidad: En qué consiste este juego del destino
La sincronicidad es la ocurrencia simultánea de dos eventos (al menos) vinculados por significado y no por la causa que, al mismo tiempo, crea un significado para la persona que es el sujeto. Este concepto fue acuñado en la década de 1940 por Carl Gustav Jung, médico psiquiatra, psicólogo y ensayista suizo, que tuvo un papel fundamental en el nacimiento del psicoanálisis.
Jung exponía como ejemplo de sincronicidad el caso de un paciente que tiende a racionalizar demasiado lo que le sucede, y un día le cuenta al médico que ha tenido un sueño en el que recibía un escarabajo dorado. En el mismo momento, se escucha un ruido en la ventana y Jung abre la misma, recoge algo y se lo muestra al paciente: “Aquí está tu escarabajo”, le dice, atrapando al insecto que acaba de chocar contra la ventana. El impacto que sintió ante esta visión tuvo el efecto de generar en su hogar una liberación mental que ayudó mucho al paciente para continuar su terapia.
No obstante, no son estas conexiones acausales más o menos aleatorias y relativamente subjetivas, las que justifican la necesidad de buscar una teoría física de la sincronicidad, sino otras más poderosas e improbables, con sucesiones de significativas coincidencias que cambian una vida profundamente, como si estuviese marcado por el destino que así suceda todo.
Las sincronicidades más improbables tienden a ocurrir en ciertas circunstancias peculiares de la vida en las que se produce una transformación psíquica y material, una situación inestable que puede llevar al sujeto a cambiar radicalmente su vida, como si así estuviese escrito en el destino. No obstante, las personas con una vida bien adaptada a los hábitos tienen muy pocas posibilidades de vivir sincronicidades.
Diferencia entre sincronicidades y coincidencias: ¿Destino o casualidad?
Con todo lo expuesto, muchos pueden pensar que coincidencia y sincronicidad es lo mismo, y nada más lejos. Las coincidencias tienen un fuerte impacto emocional en ti, y pueden hacer que tu vida de un giro de 180 º, que todo se ponga del revés a pesar de que unos eventos no tengan conexión con otros.
La sincronicidad del destino, sin embargo, te quita una espina y te saca de una situación aparentemente segura. Suceden durante los períodos de cambio, transición o cuestionamiento y provocarán un fuerte impacto emocional en la persona que las vive y también conducen a transformaciones en la vida de la persona afectada.
Aquí entra en juego el concepto del destino, ese poder que, según ciertas creencias, fija irrevocablemente el curso de los acontecimientos. Y que vendría a confirmar el dicho antes mencionado de que las casualidades no existen.
Podrías aprender una gran lección en la vida. Puede afectarte de manera negativa o positiva, pero no tengas miedo. Cuando vivas una sincronicidad, disfrútala plenamente. Disfruta cada momento tan pronto como puedas.
Sincronicidad y amor: sincronicidad entre dos personas
¿Recuerdas cómo conociste al amor de tu vida, cuál fue cada incidente que te llevó hacia esa misma persona, posiblemente en más de una ocasión? Todas las increíbles coincidencias que influyen en tu vida tienen lugar por una razón muy específica, como hemos dicho, y esas sincronicidades suceden cuando se está en una relación. Así, encontramos un nexo entre sincronicidad y amor, o sincronicidad entre dos personas.
Es importante no olvidarnos de un hecho: que las sincronicidades no te garantizan una vida llena de felicidad. Puede significar que ambos están destinados a estar juntos, pero no todas las relaciones deben durar para siempre.
Y una vez recordado esto, he aquí hay algunos signos que muestran una conexión entre sincronicidad y amor. Cuando estás en una relación y observas estos fenómenos, puede indicar que las almas se han aceptado mutuamente y que puedes tener una relación profunda llena de felicidad. Esta persona puede ser el alma gemela que has estado esperando desde siempre.
Ves su nombre en todas partes
Seguro que alguna vez te ha sucedido, que amas a alguien en secreto y estás a un paso de formar parte de su vida. Y entonces ves su nombre en todas partes: en las revistas y periódicos, en las películas, es el nombre de tu nuevo compañero de trabajo. Incluso cuando estás enamorado, ves el mismo nombre más a menudo que antes.
Escuchas sus canciones favoritas
Cuando enciendes la radio o cambias de canales de televisión, notas cómo las canciones favoritas de la otra persona suenan casi en bucle. Incluso cuando vas por la calle, o en bares nocturnos. Un ejemplo claro de sincronicidad y amor.
Tenéis los mismos pensamientos a la vez
Por ejemplo, te pones manos a la obra para montar un fin de semana de ensueño, y tu pareja presentó la misma idea solo unos segundos antes de proponerlo tú. Esto no es una mera coincidencia (las casualidades no existen); tu mente ha enviado silenciosamente el mensaje a tu amante sin que lo sepas. Al final, terminarás por confesar que estabas pensando exactamente lo mismo.
Sincronicidad Numérica: En qué consiste
También se pueden descubrir los mensajes a través la sincronicidad numérica, que sería lo opuesto de azar. En la numerología cada figura libera una cierta energía y también un mensaje. Cada número o secuencia entra en nuestro campo de visión por una razón muy específica. Es posible encontrar sincronicidad numérica cuando miramos la hora y vemos cifras que se repiten (1:11, 2:22, 3:33..).
Fueron los pitagóricos del siglo VI antes de Cristo los primeros en popularizar la idea de que los números no son solo símbolos matemáticos, sino que en realidad tienen un significado espiritual. Y es que como dijo el propio Pitágoras: “El número es el maestro de las formas e ideas y la causa de los dioses y los demonios”.
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