Registros akáshicos: un viaje hacia la experiencia del alma
Los archivos que te ayudan a conocer quién eras, quién eres y quién serás
¿Te imaginas un gran archivo imaginario en el que estuvieran todas las experiencias del alma y la memoria del universo para ayudarte a comprender quién eres y cómo evolucionar? Los registros akáshicos son esa dimensión trascendental a la que puedes acceder para consultar la auténtica guía de la vida y el ser. Descúbrelo con nosotros.
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Qué son los registros akáshicos
Los registros akáshicos son una gran archivo donde se guardan las experiencias del alma y la memoria del universo desde el pasado hasta el futuro. No se trata de un espacio físico, sino de una dimensión trascendental, un espacio espiritual y energético al que puedes acceder a través de la meditación y algunos consejos que enseguida descubrirás.
En sánscrito, la palabra Akasa significa “éter”, la dimensión oculta y superior que transporta la energía, la luz y la vida, y que puedes atesorar en el alma con el acceso a los registros akáshicos. De hecho, no es nada nuevo: las grandes tradiciones religiosas lo han descubierto con otros nombres. En la Biblia se conoce como El libro de la vida, en el antiguo Egipto como Tablas de Toth, los mayas como Banco Psi, y el Islam como Tabla Eterna.
El akasha es lo que subyace a toda realidad existente, la fuente de la que nace toda materia y la manifestación misma de esa materia. Y los registros akáshicos son la acumulación de las experiencias físicas y espirituales.
Pero entonces, ¿para qué sirven los registros akáshicos, y qué podemos leer en ellos? En los registros akáshicos leemos quiénes fuimos, quiénes somos y quiénes seremos, y por eso se convierte en una auténtica guía vital. No se trata de una adivinación del futuro, sino un apoyo para la comprensión de nosotros mismos.
Dicho de otro medio, accediendo ellos los registros akáshicos no te dicen lo que tienes que hacer, pero si te orientan para avanzar y evolucionar, y tomar las mejores decisiones en función de tu forma de ser y de tus necesidades.
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Cómo abrir los registros akáshicos
Más adelante hablaremos de la oración sagrada, una frase mágica que te permite acceder a los registros akáshicos. Sin embargo, no es suficiente con eso. Antes tienes que desarrollar un laborioso trabajo mental y espiritual basado en la relajación y la meditación.
Y es que, sin darte cuenta, tu mente ha sido entrenada para alcanzar el entendimiento, y eso la somete a una búsqueda incesante de respuestas que hace que pierdas de vista lo más esencial, aquello que subyace en lo más profundo, en lo oculto, en lo primordial. Para acceder a los registros akáshicos necesitas trascender al ámbito espiritual.
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El secreto para abrir los registros akáshicos es conectar con el Ser Superior y tu ser interior mediante el alcance de un nivel energético lo bastante dinámico como para que puedas llegar a una forma alterada de conciencia. Esto permitirá superar el mundo sensorial y penetrar en la realidad cósmica y trascendental que da acceso a los registros akáshicos.
Primero, reconoce la parte trascendental de ti mismo, la superación de los límites físicos y mentales para darte cuenta de que eres una persona especial, un ser superior, una alma escogida. Cuando estés preparado para la ascensión, para la iluminación, debes seguir tus intuiciones y tus sentimientos: ellos serán tu guía, tu brújula.
Por eso el camino de acceso a los registros akáshicos exige un cambio radical de tu perspectiva vital. Solo a través de la aceptación de uno mismo y la armonía vital podrás llegar a ellos. De lo contrario, la insatisfacción y el desequilibrio te aleja de tu esencia y supone un bloqueo para el desarrollo de tus capacidades.
Libérate de los problemas, la ansiedad y el estrés y encamínate hacia una conexión del plano físico con el espiritual y mental. Los expertos marcan un camino hacia la apertura de los registros akáshicos mediante algunas acciones graduales: enraizarte, aumentar la vibración, vaciarte, abrirte, invocar, sintonizarte, identificar la fuente de información, utilizar tus sentidos extrasensoriales, verificar, conectar y cerrar.
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Registros akáshicos: opiniones sobre la experiencia
Muchas personas han intentado abrir los registros akáshicos y gracias a ello han conseguido descubrir una nueva dimensión. Todas esas opiniones sobre los registros akáshicos parten de una realidad: las personas que lo logran son seres plenamente conectados con su potencial interior, es decir, se reconocen como seres superiores y trascendentales.
Pero la sensación que más abunda en el descubrimiento de los registros akáshicos es la sorpresa de acceder a un registro de la memoria universal, una mezcla de desconcierto y entusiasmo. Las personas que parten de una experiencia traumática o un momento difícil en la vida tienen más trabajo por recorrer, pero la gratificación también es mayor.
Las personas que han alcanzado la experiencia mística de acceder a los registros lo describen como un momento desconcertante pero único en la vida, una revelación de las preguntas vitales más importantes y la respuesta a todas ellas como el recorrido de un camino para transformar la energía negativa en positiva.
Lectura de registros akáshicos: ¿Cómo leerlos?
La forma más eficaz para llegar a leer los registros akáshicos es a través de un lector, que suele ser un guía, y un maestro, que es un conductor espiritual. Con ellos necesitas alcanzar la iluminación de la forma que hemos visto anteriormente.
Para la lectura de los registros akáshicos, una vez ya tienes acceso a ellos, lo más importante es formar adecuadamente las preguntas. Las que más información proporcionan son las que empiezan con un “¿Por qué...?”, aunque las cuestiones tipo “¿Qué?” o “¿Cómo?” pueden ser también muy productivas. Las preguntas que menos información dan son las que empiezan por “¿Cuándo…?”, puesto que el tiempo no existe: el alma es infinita e imperecedera.
Para una buena lectura de los registros akáshicos es también muy recomendable realizar preguntas sobre tu ser, y evitar las cuestiones de “sí” o “no”. Recuerda que no es un método de adivinación, y nunca vas a recibir una respuesta de cómo tienes que hacer las cosas. Por eso es muy importante interpretar las respuestas.
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Registros akáshicos y oración sagrada
Para abrir los registros akáshicos debes entrar en un estadio de relajación y meditación para conectar con tu ser interno, liberarte de tus pensamientos negativos e invocar el ser supremo para entregarte por completo a él. En ese momento, es importante disponer de la oración sagrada que da acceso a esa dimensión etérea de los registros akáshicos.
Le pido a mi ser supremo que coloque su escudo de amor y verdad a mi alrededor para que solo su amor y verdad existan en mi interior. Le pido a mis maestros, guías y seres queridos que custodian mis registros, que canalicen mis energías a donde se encuentran. Pido permiso a los señores de los registros akáshicos para poder abrir mis archivos y sacar toda la información permitida, para solucionar los problemas que me acontecen.
Gracias por la asistencia, el permiso y la protección, para lograr sanarme y obtener aún más sabiduría con su apoyo divino.
La meditación de los registros akáshicos
Mientras que la meditación tradicional es el camino mediante el cual vaciamos la mente para entrar en un estado superior de conciencia, la meditación akáshica va un paso más allá y transforma la realidad propia y general.
La meditación akáshica tiene como particularidad la combinación de tres elementos que ayudan a decodificar los registros akáshicos: una mudra, una visualización y un mantra. Al realizar la muda (posición de los dedos y el torso de las manos) te conviertes en una antena cósmica capaz de captar energías en todas las frecuencias.
En el universo no existe el lenguaje como tal, sino que la comunicación se produce a través de arquetipos que pueden ser visualizados en la meditación. En lugar de proyectar imágenes que nacen de nuestro subconsciente, debemos adaptar nuestros espíritus a los arquetipos cósmicos decodificados de los registros akáshicos.
Mediante los mantras, que son como vibraciones, las entidades trabajan sobre tu cuerpo para modular los planos integrados. Cuando los tres elementos se ponen en conjunción, alcanzas la conexión entre tus planos y todos ellos con el cosmos.
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