Rasputín: su vida, su extraña muerte y su relación con Anastasia Romanov

Es difícil definir la figura de Grigori Efimovich Novykh, más conocido como Rasputín.  ¿Era un santón, un iluminado de su tiempo? ¿O era un caradura, ansioso de poder y con delirios de grandeza? ¿Quizás un poco de todo lo antes mencionado?

Sea como fuese,  los misterios que rodean a Rasputín son tan opacos como su propia personalidad. A veces tachado de charlatán y otras como gurú, su esencia ha logrado traspasar la leyenda del tiempo, pero ¿cómo llegó un humilde campesino a tener tanta influencia en la familia imperial?

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Los misterios de la vida de Rasputín

Grigori Efimovich Novykh probablemente nació en enero de 1869, aunque el momento varía según la fuente.  Su apodo, Rasputín, con el que pasaría a la historia, significa "depravado", y le irá en ocasiones como anillo al dedo. De pequeño era problemático y tenía fama de alcohólico y ladrón.

Al crecer, Rasputín se convierte en un campesino analfabeto que a edad temprana fija sus ojos en la religión, y manifiesta cierta atracción por las experiencias místicas. Aunque  una de las etiquetas que tiene Rasputín es la de monje loco, lo cierto es que jamás fue ordenado por ninguna institución religiosa.

Con 20 años se casa y tiene hijos, pero abandona su familia para dedicarse a la religión, y viaja hasta Grecia; en el viaje comienza su fama como persona de gran relevancia espiritual, capaz de sanar a los enfermos y de predecir el futuro.

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En 1903 llega a San Petersburgo, y su profunda e hipnótica mirada le ayuda a alcanzar una buena reputación  y cierto éxito. En 1905 conoció a la familia imperial, los Romanov.

Rasputín, el curandero de la familia imperial

Unos tres años después del primer contacto con los mandatarios rusos, se dice que Rasputín se gana los favores de los zares por sus dotes sanadoras. El niño tenía hemofilia (un trastorno de la coagulación de la sangre, aunque quizá era la porfiria lo que mermaba su salud) y el menor rasguño podría ser fatal. Los mejores médicos se declararon impotentes, pero Rasputín logró sanarlo.

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¿Cómo curó Rasputín al hijo del zar? Algunos apuntan que a través de la hipnosis; otros, que por conocimientos médicos, pues sabía que la aspirina que daban al joven noble empeoraba el sangrado por su poder anticoagulante. La zarina Alejandra considera a Rasputín por este hecho un auténtico enviado de Dios y se gana plena confianza de la misma.

Aunque Rasputín tiene fama de milagroso, lo cierto es que su vida era un auténtico festín en el que había orgías y fiestas, y con su aura mística conseguía seducir a cualquier mujer que se le acercase. Y aunque en palacio sabían de estas costumbres, deciden hacer la vista gorda, pues lo consideran ya un consejero de plena confianza.

La misteriosa muerte de Rasputín

Poco a poco, comienzan a surgir rumores sobre manipulación por parte de Rasputín, tanto en la prensa, los ministros como el pueblo en general. No está bien visto la cercanía que tiene con los Romanov, a los que se ven como títeres en manos del monje loco. Tuvo tal poder que hasta nombraba ministros y tenía derecho a escrutinio en acciones militares, todo ello avalado por ciertas profecías que realizaba y que acababan por cumplirse.

Una de las profecías atribuidas a Rasputín fue la que le dijo a la zarina. “Moriré en un sufrimiento atroz  . Después de mi muerte, mi cuerpo no descansará. Entonces perderás tu corona. Usted y su hijo serán masacrados al igual que toda la familia. Después, la terrible inundación pasará sobre Rusia”.

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Las circunstancias de la muerte de Rasputín tienen un halo místico y legendario, acorde a toda su vida y su enigmática personalidad. Sin duda, acaban con él fruto de una conspiración: determinados miembros de la familia real y de la política deciden acabar con la vida del curandero, y le tienden una trampa en la que cae por su amor a las fiestas.

Invitaron a Rasputín a unirse a una velada el 29 de diciembre de 1916, y las botellas de vino corrían; una de ellas, sin embargo, era especialmente para él, pues no contenía el fruto de la vid, sino cianuro, un potente veneno que Rasputín bebe, pero parece no afectarle. En ocasiones, se habla de un pastel con cianuro, no de vino.

Ya que no pueden terminar con él envenenado, finalmente  deciden dispararle, y pese a recibir tres tiros, continúa vivo. Finalmente, y aún luchando por aferrarse a la vida, termina cayendo a las heladas aguas del Neva, en las que  morirá ahogado.

Tal como predijo, una vez su cuerpo fue enterrado, estalló la revolución rusa.

La leyenda del pene de Rasputín

Hemos citado que Rasputín tenía fama de seductor y de mujeriego; muchos apuntan que la zarina Alejandra fue una de sus conquistas, y que por ello llegó a ostentar tanto poder en la corte rusa. Se dice que el místico  era un auténtico demonio del sexo (perdió la virginidad con 13 años), y su leyenda se extiende hasta sus partes nobles: el pene de Rasputín tiene fama por ser de gran tamaño.

Se dice que cuando fue asesinado,  el pene de Rasputín fue cortado por un sirviente que descubrió el cuerpo en las aguas heladas del Neva, lo conservó de manera debida y se lo vendió a una hija del monje.

Desde entonces, el pene de Rasputín es venerado como símbolo de virilidad y fertilidad, y como si uno fuese poco, hay más de un falo del ruso circulando por el mundo a modo de reliquia. Entre otros lugares, el pene de Rasputín fue expuesto en el Museo del Erotismo en la ciudad de San Petersburgo.

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En 2004, sin embargo, se edita un libro que desmonta todo el mito erótico que había alrededor del esotérico personaje; un diario inédito del favorito del zar Nicolás II aseguraba que Rasputín alimentó su leyenda de fiera sexual para ocultar que,  realmente, era un hombre impotente.

Rasputín, un villano de cine enemigo de Anastasia Romanov

Rasputín era una persona a la que había, en cierta medida, que temer, pero en la actualidad, el séptimo arte nos lo ha pintado como un villano de dibujos animados.

A finales de los 90 llega a los cines ‘Anastasia’, un largometraje que cuenta queAnastasia Romanov no murió en la revolución rusa, sino que logró escapar.  Algo que sentaría muy mal a Rasputín, pues en el filme lanza un conjuro para matar a la familia de los zares.

Según la historia, en realidad, Anastasia Romanov y Rasputín mantenían una buena relación, y al igual que sus hermanos, veía en él un amigo y un confidente. No obstante, algunos estudiosos señalan que Rasputín llegó a tener relaciones con Anastasia Romanov así como con sus hermanas.

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