Quetzalcóatl, la leyenda de la serpiente emplumada de la mitología mexicana
La leyenda del dios azteca que logró dar el maíz a los hombres
El dios azteca Quetzalcóatl era representado con cabeza de serpiente, símbolo de lo material, y con el cuerpo lleno de plumas, metáfora de lo espiritual. Era, por muchas razones, un dios dual, que junto a su hermano Xólotl representaban el amanecer y el anochecer, el principio y el fin, el este y el oeste.
Pero además, Quetzalcóatl, más conocido como "serpiente emplumada", es uno de los dioses primarios que dieron vida a los demás dioses y muy importante en las comunidades antiguas de Mesoamérica porque fue la divinidad que dio el maíz a los hombres.
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¿Quién fue Quetzalcóatl en la mitología mexicana?
En lengua indígena náhuatl, quetzali significa pluma, mientras que coatl se traduce como serpiente: así se dio el nombre compuesto Quetzalcóatl a la “serpiente emplumada” que representa la principal divinidad de la mitología mexicana. Para muchos pueblos antiguos de Mesoamérica, Quetzalcóatl era el origen de mucho otros dioses.
En otras variantes de la mitología mesoamericana, Quetzalcóatl había sido engendrado por Ometéotl, nombre usado para la pareja primordial de dioses (Ometecuhtli y Omecihuatl) que dan vida a los demás dioses del panteón. En todo caso, la serpiente emplumada era vista como dios de la vida, de la luz, de la sabiduría, de la fertilidad y del conocimiento.
El primer lugar donde se registra una veneración al dios Quetzalcóatl es en Teotihuacán en el siglo I a.C., y con posterioridad ese culto se extendió quedando fijado en Cholula como centro principal de adoración.
En todos estos lugares Quetzalcóatl era adorado como patrón del día y de los vientos, regidor del Oeste y regido por el planeta Venus. La figura de esta divinidad está íntimamente ligada a Xólotl, su hermano gemelo, pues son dos caras de una misma moneda que aparecen en el firmamento en dos momentos distintos como lucero del alba y lucero vespertino.
La leyenda de Quetzalcóatl y el maíz
Cuando Hernán Cortés llegó a México en 1519, el emperador Moctezuma pensaba que se trataba del retorno de Quetzalcóatl, pues la leyenda en torno al nacimiento y desarrollo de la serpiente emplumada se encuentra la profecía de su regreso.
Según la mitología mesoamericana, la madre tierra dio lugar el mundo y, cuando este aún no estaba habitado por humanos, la divinidad dual Ometéotl engendró cuatro divinidades entre las que se encontraba Quetzalcóatl, la serpiente emplumada que tenía como misión defender la integridad del mundo y poblarlo de seres humanos.
Para ello tenía que enfrentarse junto a su hermano Tezcatlipoca al monstruo marino Cipactli, para lo cual el dios del viento arrancó una pierna a su hermano y así atraer a la criatura con la sangre. Cuando someten a la bestia, la parten en dos y así surge el cielo y la tierra. El siguiente paso fue dar vida a 1.600 dioses, y decidir la creación de los humanos.
La leyenda más conocida de Quetzalcóatl, antes de la llegada de la serpiente emplumada los aztecas se alimentaban solo de raíces y animales, pues el maíz se encontraba detrás de una alta montaña. Los sacerdotes pidieron ayuda a Quetzalcóatl, y como los otros dioses habían utilizado la fuerza intentando dividir la montaña sin éxito, este decidió utilizar la inteligencia.
Quetzalcóatl se transformó en una hormiga negra y en compañía de una hormiga roja empezó el camino superó uno a uno los obstáculos que le separaban del maíz. Tomando un grano de maíz lo llevó a los hombres para que lo sembraran, y a partir de entonces los aztecas se dedicaron al cultivo del grano, lo cual trajo abundancia.
Cómo es Quetzalcóatl según la cultura mesoamericana
En la iconografía de los pueblos antiguos de Centroamérica abundan las serpientes, y entre ellas la serpiente emplumada llamó la atención de los expertos que, a través de un estudio comparado, han conseguido revelar el significado de este dios.
En el primer lugar donde se adoró a la serpiente emplumada, el “templo de Quetzalcóatl en Teotihuacán, aparecen varias serpientes con plumas en una forma totalmente animal, mientras que en períodos posteriores va adquiriendo forma humana. En la época maya se presenta una serpiente que ofrece al chamán visiones del inframundo.
Una de las cosas que más llaman la atención es que la representación de Quetzalcóatl suele llevar alrededor del cuello el ehecailacozcatl o joya del viento espiral, un amuleto hecho con una concha que identifica al “gemelo precioso”. Se ha descubierto enterramientos de sacerdotes ataviados con ese mismo collar.
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Se cree que ese talismán protegía contra vientos, huracanes y remolinos de polvo, y que en muchos lugares, además de una vía de contacto directo con el más allá, los chamanes accedían a Quetzalcóatl para solicitar protección ante los desastres naturales.
La serpiente emplumada era, además, protectora de la sabiduría, y se consideraba inventora de libro y del calendario, dadora del maíz a la humanidad y símbolo de la muerte y la resurrección. En algunos ritos se encuentra al frente de sacrificios humanos, mientras que en otros cultos es precisamente una deidad contraria a los sacrificios.
Como uno de los principales iconos de la mitología mexicana, la serpiente emplumada es hoy en día un motivo recurrente como tatuaje de Quetzalcóatl. Para muchas personas este es un símbolo de protección y amuleto de poder.
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