¿Qué es la Ouija? Descubre el más famoso de los juegos paranormales
Descubre la historia de la ouija y cómo utilizarla para contactar con el más allá.
Desde que el hombre ha tenido percepción de sí mismo, de la vida y de la muerte, ha intentado contactar con el más allá, con el alma de aquellos que no están, los espíritus de quienes ya han fallecido. Algo que se puede hacer, por ejemplo, a través de la ouija. No es nada fácil atreverse a usarla porque se desconoce cómo debe hacerse realmente.
Ya en el antiguo Egipto se hacía contacto con los muertos, e incluso en la Biblia nos encontramos este tipo de comunicación con los que ya han abandonado el plano terrenal. ¿O es que no se puede considerar un contacto con los muertos cuando Jesús se transmutó en Moisés y en el profeta Elías y habló con sus discípulos?
Durante el siglo XIX hubo un gran auge de médiums, videntes y otro tipo de personas con un don especial, que solían moverse entre altas esferas, que se reunían para contactar con los espíritus. Una de las herramientas de la que los médiums se valían para hablar con los muertos eran las mesas parlantes, cuyas patas se golpeaban una o dos veces a modo de sí o no cuando alguien realizaba una pregunta.
Y esto propició que más tarde surgiese la conocida tabla de ouija (o güija). Su nacimiento se data en el año 1890 y su padre fue Elijah Bond, un abogado e inventor estadounidense.
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¿Qué es la ouija y cuál es su origen?
El nombre de ouija fue inventado en los Estados Unidos a principios del siglo XX por Charles Kennard junto al ya mencionado Elijah Bond. Según Kennard, ouija significaba "buena fortuna" en el antiguo Egipto, y que este término le habría sido revelado por un ente durante una sesión. Sin embargo, esta afirmación fue negada más tarde por expertos en esta cultura ancestral.
Lo que sí es cierto es que ouija es la unión de “oui” y “ja”, palabras que en francés y alemán, y que es una forma de responder la pregunta con la que se inician las sesiones: “Espíritu, ¿estás ahí?”.
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¿Cómo jugar uno a la ouija?
La tabla de ouija tiene escritas las palabras “sí” y “no”, “adiós”, los números del 0 al 9 y todas las letras del abecedario. Para que los muertos contacten con nosotros debemos usar una planchette o tablilla, la cual tiene un agujero en el centro y que encajaría en cada uno de los caracteres de la tabla. También se puede utilizar si no un vaso.
Durante una sesión típica de espiritismo usando una ouija, el cursor se coloca en el centro del soporte. El participante, o los participantes, ya que pueden ser más de uno, ponen sus dedos sobre la planchette(o el vaso) y comienzan preguntando, tal y como se ha mencionado, “Espíritu, ¿estás ahí?”.
A continuación, se comienzan a hacer preguntas en voz alta, que pueden tener una respuesta cerrada (sí o no) o una explicación más completa (cuál es tu nombre, por ejemplo). Así, según la creencia, el espíritu guiará el cursor a través de las letras y números del tablero para dar la respuesta, formando palabras o incluso oraciones, que respondan a las preguntas formuladas.
Los partidarios del espiritismo insisten en el peligro de la práctica de la ouija, pues según muchos expertos es fácil entrar en comunicación con espíritus que están en otro plano astral, entidades que nunca han estado vivas ni muertas, y que son malos y engañosos por naturaleza.
Así, se cree que este tipo de espíritus puede mentir a la hora de responder, y pueden enmascararse en identidades conocidas por los participantes (un familiar muerto, por ejemplo), pueden dar respuestas falsas a las preguntas, e incluso a hacer comentarios abusivos o amenazadores. Incluso, para algunos, la ouija sería una llave que abre el mundo de los vivos a los que no lo están.
A la ouija se debe jugar con personas de confianza, que no sean escépticas, y quien tenga más experiencia debe ser el que haga las veces de guía, quien lance las preguntas de manera cortés, pues no se debe enfadar a los espíritus.
La sesión termina cuando la tablilla se coloca sobre la palabra “adiós”, y si hay varios participantes y uno quiere abandonar, debe pedir permiso de manera educada.
La ouija en la cultura popular
La ouija es uno de los juegos paranormales más extendidos, sobre todo, porque la compañía Parker (hoy día Hasbro) la comercializó como entretenimiento para los más pequeños de la casa a finales de los años 60.
En la actualidad es fácil comprar una tabla de ouija, y más desde que el comercio digital en plataformas como Amazon hace que en solo 24 horas tengas uno de estos tableros en casa (aunque también puedes animarte y fabricar el tuyo propio).
La ouija tiene un gran calado dentro de la cultura popular también gracias a la literatura, y sobre todo, al cine. Por encima de todos los títulos destaca sin duda ‘El Exorcista’, novela (y posteriormente largometraje) que cuenta cómo una niña queda poseída por el demonio Pazuzu después de hablar a través de la ouija con una fuerza que ella llamaba “Capitán Trueno”.
Del séptimo arte destacan películas como ‘Juego Diabólico’, ‘Muertos del pasado’, ‘Ouija: el origen del mal’ o ‘Paranormal Activity’.
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En los últimos años, además, se ha popularizado el uso de la ouija online, y en ella la pantalla del ordenador se convierte en un tablero, y el ratón sirve para guiar la tablilla que ofrecerá las respuestas a las preguntas que llevemos a cabo.
Algunos casos reales de la ouija
Para aquellos que creen en su poder, la ouija es un mal llamado juego; otros, lo catalogan como uno de los juegos del demonio. De hecho, en Estados Unidos la ouija también es conocida como “Witchboard”, es decir, tablero de bruja.
Y en muchas ocasiones hemos conocido a través de los medios de comunicación historias, generalmente trágicas, relacionadas con el uso de la tabla ouija. En ese sentido, destaca el conocido como ‘Expediente Vallecas’ en España, que acabó con la muerte de la joven Estefanía Gutiérrez Lázaro unos meses después de utilizar este objeto. Su historia se refleja, con ciertas licencias, en la película ‘Verónica’.
En el año 2013, el programa de televisión ‘Cuarto Milenio’, también en España, relató el caso de una sesión de ouija en Barcelona que acabó con sus miembros mutilándose de manera trágica para que su sangre se derramase sobre el péndulo, tal como pedía el espíritu.
En México destaca el conocido como “Caso Cañitas”, y cómo unos jóvenes usaron la ouija para contactar con el novio muerto de una chica participante. Sin embargo, el espíritu que se manifestó dijo no ser el novio, y además, desencadenó una serie de fenómenos paranormales variados.
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