Luna y Venus en la astrología femenina: roles inconscientes de la madre y de la amante
Según su influencia en la carta astral sacarán la parte inconsciente más protectora o la más seductora de la mujer
En astrología, cuando se quiere tener información sobre la parte femenina del ser, se examina la posición de la Luna y Venus en la carta natal, para comprobar así sobre qué signo recaen ambos astros, y en cuál de las doce casas del zodiaco se ubican.
Y es que la Luna y Venus han representado durante mucho tiempo los arquetipos femeninos de las mitologías de muchas civilizaciones, con lo cual no es de extrañar que este interés ancestral tenga su origen en el estudio de la astrología de la mujer, en el deseo de identificar la esencia de su energía.
La influencia de la Luna y Venus en la astrología femenina
El análisis de la Luna y Venus en la carta astrológica de una mujer nos permitirá comprender la forma en que encarna los arquetipos femeninos. Por el contrario, en el tema de un hombre, será su relación con las mujeres y más profundamente su lado femenino interior.
La Luna: la representación de la madre y las emociones más profundas
Como el único satélite de nuestro planeta Tierra, la Luna tarda 29,5 días en realizar su órbita alrededor nuestro. Es al observar la relación Luna-Sol vista desde la Tierra que pudimos crear los primeros calendarios, especialmente en Mesopotamia. Los puntos de referencia de una Luna nueva a otra (o de una Luna llena a otra) son de hecho visibles en el cielo.
En astrología, la Luna representa nuestra esfera psíquica. Cualquier información que llega a la Tierra cruza en algún punto la órbita de la Luna.
Este planeta simboliza el filtro de nuestras percepciones, los estímulos externos y nuestra experiencia psíquica. Su papel es importante en la construcción de nuestras imágenes mentales, en las representaciones que hacemos a partir de nuestras diversas experiencias sensoriales y emocionales.
En el fondo, la mente tiene algo muy femenino: y es que la psique es un vientre que da a luz permanentemente. Gestamos realidades concretas del mismo modo que dan a luz: se han fertilizado, alimentado, cuidado, seguido de cerca.
La Luna representa a la mujer, la madre, simboliza la fertilidad, la receptividad, la inspiración, la intuición , las emociones. Es versatilidad, adaptabilidad, compromiso, diálogo, incluso a través del simbolismo u otras formas de comunicación abstracta.
La Luna es la estrella de la noche, pero siempre está cambiando: se esconde, crece, se encoge. Por estas razones la Luna siempre ha sido considerada misteriosa: representa nuestra parte del sueño, del inconsciente, de la imaginación y la sensibilidad. Como curiosidad, las diosas relacionadas con la Luna tenían múltiples caras según las mitologías.
La Luna guarda relación con el estómago (que si te fijas, tiene forma de media luna), con el sistema parasimpático que gobierna la digestión, con el útero y con el pecho (círculo blanco). Para ambos sexos, la Luna es importante en la nutrición y la asimilación, tanto de los alimentos físicos como de aquellos que nutren la mente y el alma.
El ciclo lunar, que se corresponde con el ciclo menstrual promedio de una mujer, fue desde muy temprano relacionado con los misterios femeninos en la astrología tradicional, y con el combate que se jugaba entre todas las cualidades maternas.
En la carta natal de una mujer, la Luna es muy importante, ya que proporciona información sobre su femineidad, su condición de mujer en general, así como su relación con la maternidad.
En la carta natal de un hombre, la Luna indica su sensibilidad potencial, así como el tipo de mujer por la que se siente atraído, su ideal femenino, su complementariedad solar, la esposa que podrá satisfacerla mediante el matrimonio.
Venus: la amante anhelante y nuestros deseos más íntimos
¿Sabías que el planeta Venus es el famoso lucero del alba? Y es que cuando es visible, es el primer planeta en aparecer en el cielo, siempre en el oeste, y el último en desaparecer en la mañana, en el este. Por lo tanto, sirvió de brújula para viajeros y pastores durante siglos. Es el astro más brillante después del Sol y la Luna.
Si la Luna es la madre o la esposa que administra su hogar, Venus es la sensualidad, la seducción, la amante, la mujer que está en el entretenimiento, el polo de atracción. Venus también es un planeta que recolecta, construye, mantiene unido, en calidez y dulzura. Venus es conjuntiva, se une, reúne las partículas de materia, las células, los tejidos y los órganos del cuerpo, los socios de una relación, los miembros de una comunidad.
En la carta natal, consultar la posición de Venus nos permite tener una idea del estado sentimental oficial (y no oficial) del nativo. Como por ejemplo, el potencial de conquistas, sus enlaces y matrimonios, su sentido de la fidelidad, cómo es como amante, si tiene vida extramarital. Venus indica una parte del equilibrio emocional del individuo, así como su relación íntima con los demás.
Se dice que este planeta representa el amor y el deseo en la función de nuestra vida. En términos de arquetipos femeninos, el amor es esa fuerza de cohesión que mantiene en equilibrio y armonía los diversos componentes del universo, alrededor del mismo centro. Este ente femenino es amoroso en el sentido magnético, atrae por la suavidad, la dulzura, por la sonrisa, el encanto, la belleza. Venus está a cargo de una función específica: determinar qué es bueno para nosotros y atraerlo.
Venus gobierna todas las profesiones artísticas, como el teatro, la pintura, la escultura, la música, la danza... y, por lo tanto, todos los lugares donde pasamos un buen rato de entretenimiento.
Diferencias entre el rol de Venus y el de la Luna en los arquetipos femeninos
Hay que tener claro que la Luna y Venus nos ofrecen dos diálogos diferentes sobre los arquetipos femeninos, que a veces se confunden o incluso se solapan.
La Luna es sobre todo psique inconsciente y experiencia concreta de la realidad cotidiana. Su sensibilidad y emotividad están relacionadas con estos dominios íntimos internos.
Por su parte, Venus intenta atraerla desde afuera. Quiere capturar la experiencia en la distancia para traerla de vuelta. Venus enriquece a la Luna con sus sentimientos, le trae los afectos para que la Luna pueda hacerlos explotables de una forma psicológica concreta.
Pero tanto la Luna como Venus conforman de manera conjunta y armoniosa una misma obra: la de la identidad femenina. Y en su conjugación, como elementos que se entremezclan con el resto de los componentes del cielo, dan lugar a una energía única como lo es cada mujer que existe sobre la faz de la Tierra, y cuya huella está inmortalizada para cada una de ellas desde el momento de su nacimiento en un dibujo único e irrepetible: el de su carta natal.
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