Jaspe: significado, propiedades curativas y usos en gemoterapia
Descubre cómo puede contribuir a tu bienestar la piedra mágica del Jaspe.
El jaspe es una piedra cuya principal cualidad es que presenta manchas y nubes de uno o varios colores; no obstante, su nombre significa “piedra moteada”. Se trata de un elemento que ya se utilizaba en la prehistoria para fabricar herramientas.
Jaspe: significado en gemología
Brasil, Francia, Alemania, India, Madagascar, Urales, Rusia y Estados Unidos son los principales países que poseen depósitos de jaspe según la gemología. Se trata de una piedra de origen volcánico o sedimentario muy común, compuesta principalmente por sílice, y su producción está muy extendida en casi todo el planeta, si bien cada depósito tiene sus propias cualidades únicas que hacen que cada país produzca piedras específicas.
En este sentido es importante reseñar la existencia de jaspe de varios colores, si bien el más habitual es el de color rojo. Así nos encontramos el jaspe egipcio (amarillento, manchado de negro), jaspe ágata (amarillento y marrón), el jaspe sangre (verde oscuro con manchas rojas), el jaspe escénico (marrón o beige, con manchas negras) el jaspe plasma (verde con motas blancas) y el jaspe 'mokaita' o 'australiano' (de múltiples colores, manchas y rayas).
Propiedades curativas del jaspe y sus usos en gemoterapia
El jaspe es una de las piedras mágicas más conocidas por sus poderes, si bien cada tipo de jaspe tiene unas propiedades concretas. En el Medievo, se colocó un amuleto en los muslos de las mujeres que iban a dar a luz, pues se le atribuía el poder de evitar el sangrado. Y durante muchos siglos, los médicos prescribían echar jaspe rojo en polvo sobre las heridas para detener el sangrado, debido a su color.
Según la gemoterapia, si somos portadores de una pieza de jaspe rojo trae serenidad y unidad, y ayuda a crear cohesión dentro de un grupo (o de nuestra propia familia). Se dice de él que es un Protector Supremo porque protege y limpia el aura de su dueño.
Favorece con acierto la toma de decisiones rápidas, con fuerza y coraje, facilita la puesta en marcha de pensamientos, y promueven la expresión, por lo que son el talismán mágico que más bien puede hacer para las personas que no están seguras de sí mismas. Y es que ayuda a confiar en la vida, a amarla, a vivir el momento presente sin miedo, y a afirmarse mediante la acción.
Respecto al físico, el jaspe rojo ayuda a regular los órganos reproductores y el dolor menstrual, alivia el estreñimiento y facilita la digestión. Por otro lado, si el jaspe tiene un color en el que predomine el verde es ideal para mejorar el espacio vital, para delimitar nuestro territorio y evitar los conflictos con otras personas, pues respetarán nuestro espacio vital. A nivel físico, tiene poder antiinflamatorio y ayudan a realizar la digestión, especialmente si es pesada.
Si el jaspe es amarillo, éste ayuda al funcionamiento del bazo y el páncreas; armoniza el cuerpo y la mente y nos da sensibilidad y comprensión, y sirve de gran ayuda para personas curiosas e indiscretas. Para beneficiarnos de su magnificencia, podemos colocar piedras de jaspe en nuestra casa, en lugares donde uno se tenga que concentrar mucho, como por ejemplo el escritorio en el despacho. También podemos llevarlo en llaveros, anillos, pendientes, colgantes… Y si lo tenemos en nuestro dormitorio, colocado debajo de la almohada, nos ayuda a recordar los sueños.
¿Cómo limpiar el jaspe?
Limpiar y purificar el jaspe en cualquiera de sus variedades es esencial una vez que se adquiere. Esto debemos realizarlo, como ya sabemos, con el fin de eliminar las influencias de diversas personas que podrían manejarlo antes de llegar a nuestras manos.
En este caso, la purificación se realiza con agua destilada, y preferiblemente en una geoda Amatista. También podemos meterlo en un recipiente de vídrio, con agua destilada y arcilla verde, durante toda una noche y luego enjuagaremos bien nuestra piedra. Para cargarla, podemos ponerla al Sol, y mejor si es dentro de una geoda Amatista.
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El jaspe y los chakras
En el plan de energía, el jaspe protege a su portador de las energías externas que no resuenan con él. Si lo situamos en el Chakra Base o Raíz, es decir, el primer Chakra (que se encuentra en la base de la columna vertebral, en la zona del perineo) lograremos una gran acción de Anclaje que conducirá a la paz. Asociado con el granate, permitirá trabajar la ira y la impaciencia.
En el plano emocional, si colocamos jaspe en el Chakra Sagrado o Sacro (segundo Chakra, en el centro de la parte inferior del abdomen) será muy interesante ayudar a avanzar hacia la liberación de los lazos de sangre si consideramos que estos no son justos con nuestra persona; por otro lado, en el mismo Chakra, estimula los órganos reproductores.
¿Para qué signos del zodiaco es adecuado el jaspe?
Ya hemos expuesto los múltiples beneficios que tiene para nuestro organismo el jaspe, una piedra opaca en la que el poder de la luz aún no se ha manifestado, una piedra humilde, ordinaria, pero muy apreciada. Pero todavía hay más, pues hay determinados signos del zodiaco para los que el jaspe tiene un poder más especial, y estos son Virgo, Aries, Libra, Escorpio y también Capricornio.
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Algunas curiosidades sobre el jaspe
Dentro del cristianismo, el jaspe es una piedra con especial simbolismo, y durante la Edad Media muy ligada al cristianismo, pues se utilizaba para decorar edificios religiosos. Como el jaspe más frecuente es rojo recibió el sobrenombre de “la piedra de los mártires” y se utilizaba para representar la crucifixión; de hecho, existe una leyenda según la cual la sangre de Cristo crucificado fue derramada sobre este mineral.
En la antigüedad, se decía que el jaspe era un remedio para mantener alejados tanto a los espectros como a las bestias venenosas. El de color verde, además, era utilizado como un talismán para llamar a la lluvia. Por último, señalaremos que en ocasiones es difícil distinguir un jaspe de un ágata, pues en los dos casos la composición es la misma, están compuestos de óxido de silicio. Sin embargo, la clave está en que el jaspe es opaco y su estructura es granular, mientras que el ágata es cristalino.
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