¿Qué es la gemoterapia? Beneficios, usos de las gemas y mucho más

Desde la más remota antigüedad, a las piedras y cristales se les ha atribuido poderes mágicos. Se han utilizado para adivinar el futuro, para sanar la mente y el cuerpo de los seres humanos, se han utilizado como talismanes y mil y un usos más.

En el siguiente reportaje, nos vamos a centrar en la gemoterapia, es decir,  cómo nos pueden ayudar a nivel físico y espiritual aquellos cristales, cuarzos o minerales que nos encontramos en la naturaleza. Por supuesto, se trata de un artículo informativo, y en ningún momento la gemoterapia, la cristaloterapia o la litorerapia deben sustituir al tratamiento que un médico nos haya recetado.

¿Qué es la gemoterapia?

La gemoterapia es un método natural de cuidar nuestro físico a través con minerales y cristales, así de sencillo. Se trata de una técnica ancestral que puede aliviar suavemente el dolor, armonizar y equilibrar nuestra mente, calmar el estrés o provocar un proceso de autocuración, entre otros aspectos. Catalogada por muchos como una medicina alternativa energética, es una técnica simple y efectiva, al alcance de cualquiera.

No obstante, es conocido que el mundo mineral tiene propiedades ricas y sorprendentes que pueden ayudarnos a mejorar en todo tipo de patologías. La gemoterapia vivió una gran popularidad en la década de los 70, en plena explosión del New Age, aunque, como decíamos al principio, la creencia en la curación de piedras se remonta a los albores del tiempo.

Por ejemplo, en la antigua Roma los ciudadanos tomaban baños calientes, y justo después se tumbaban en un mármol frío, para así eliminar ciertas dolencias. Los nativos de América y de Australia combinaban en saunas el uso de piedras con plantas aromáticas, y en la dinastía china Shang también se empleaban con fines curativos. Un uso muy extendido alrededor de todo el mundo fue, por ejemplo, colocar piedras calientes sobre el vientre como método para combatir los dolores de la menstruación.

Beneficios que nos aportan las gemas

Según la gemoterapia (así como otras disciplinas y medicinas alternativas), determinados problemas que tenemos en nuestro organismo se debe a que la energía no circula de la manera correcta. Esto tiene mucha relación con los chakras o puntos energéticos que tenemos en nuestro cuerpo.

De este modo, un adecuado uso de piedras y gemas lograrán que la energía fluya de nuevo, y para ello deberemos colocar determinados guijarros en los puntos adecuados. Los beneficios que nos aportarían las piedras según esta corriente varía de la composición de las mismas y también por su color.

Así, por citar algunos ejemplos, el granate daría energía y vitalidad y fortalecería el corazón; el diamante nos protegería de la fiebre y sería un escudo contra las energías dañinas; la pirita mejoraría nuestro sistema respiratorio y sería un potente aliado a la hora de dejar el tabaco, y la perla contribuiría a nuestro bienestar ayudando a combatir la descalcificación.

Formas de uso de las gemas en gemoterapia

Cada piedra, cada cristal, cada gema, tiene su propio empleo, y depende del poder que queramos que nos otorgue, trabajaremos con ellas de una forma u otra. Un método muy habitual es el llevarla como talismán o amuleto, y para ello podemos portarla como parte de un colgante, unos pendientes, una pulsera… Hay gente incluso que lleva su piedra favorita en el bolsillo. Incluso podemos llevar varias, combinadas, y si vemos que alguna es incompatible con otras deberíamos probarlas una a una.

Para hacer uso de las piedras en los chakras, deberemos colocar los guijarros en el punto que corresponda (en el primer chakra está en el coxis, en la base de la columna vertebral; el segundo entre el pubis y el ombligo…) y dejarlos allí mientras realizamos meditación y proclamamos el mantra adecuado. Hay piedras como el coral o la amatista que las podemos situar  debajo de la almohada para que nos sirva de protección contra las pesadillas, y otras, como la aguamarina, son buenas como decoración y aportar un buen ambiente en nuestro hogar.

• Quizá te interese:  12 tipos de piedras según tu signo zodiacal 

Cristaloterapia, gemoterapia y litoterapia: ¿En qué se diferencian?

Dentro de las catalogadas medicinas alternativas, hay algunas que son fáciles de confundir entre sí, sobre todo, cuando hablamos de piedras mágicas, cuarzos, cristales y demás elementos de la naturaleza. Así que es conveniente aclarar ciertos términos.

Cristaloterapia

Llamamos así  al uso para mejorar nuestro bienestar de piedras o minerales puros, sin tallar. Por lo general, se emplean piedras semipreciosas (ágata, amatista, jaspe, ópalo, perla...)

Litoterapia

Definiría a aquellas piedras talladas, pulidas, originales y bellas, tal como las encontraríamos en una joyería, o en una tienda de abalorios, que usaríamos para optimizar nuestro bienestar.

Gemoterapia

La mayoría de los expertos emplean litoterapia y gemoterapia como sinónimos. Para otros, sin embargo,  la gemoterapia se centraría exclusivamente en las piedras preciosas (el diamante, la esmeralda, el rubí, el zafiro) y el resto de piedras (el cuarzo, el ojo de tigre, el granate…) pertenecerían a la litoterapia. Recordamos, una vez más, que  ni la litoterapia, ni la gemoterapia ni la cristaloterapia reemplazan a la medicina tradicional (ni tampoco a la psicología) pero puede acompañar estas técnicas de atención habituales.

Señalar además que la eficiencia de estas terapias alternativas con piedras mágicas y gemas es muy variable y depende principalmente de dos factores: la profundidad del problema y la sensibilidad de la persona.

La limpieza de las piedras

Como hemos explicado, según la gemoterapia las piedras absorberían esas energías negativas que estarían en nuestro cuerpo, las cuales nos provocarían dolores y malestares. Por ello, cada cierto tiempo es recomendable limpiarlas y purificarlas.

No existe un único método, y una vez más volvemos a decir que según la composición habrá que darle un tratamiento u otro. Por lo general, el agua destilada salada será la mejor opción para limpiar nuestras piedras  mágicas, y luego las recargaremos a la luz de la luna si es un mineral sensible al calor, o si no, a la luz solar. Otros métodos para recargar las piedras mágicas, una vez lavadas, es enterrarlas en barro, o colocar las mismas sobre una geoda adecuada, o un cristal de roca.