Chamanismo: sanación, viajes espirituales y trance con tambores

Desde la aparición de los primeros hombres sobre la tierra, los pueblos necesitaron la figura de una persona que garantizase el equilibro, que asegurase a la tribu. Surge así el chamán, con un papel de lo más versátil que cumplía funciones de mago, de sacerdote, de médico, de diplomático, incluso de coach. Además, era la persona indicada para señalar aquellos lugares en los que se podía encontrar comida, agua, y demás recursos.

En el siguiente artículo exploraremos la figura del chamán, desvelaremos  qué es el chamanismo y cómo está vinculado con el viaje espiritual, así como el singular uso del tambor chamánico.

Qué es un chamán: Definición

El término chamán proviene de Siberia y etimológicamente significa “el que sabe” y “el que se mueve”.  El chamán es portador de un conocimiento adquirido a través de la experiencia, no en fuentes tradicionales de información como los libros o antiguos escritos.

Originalmente, el chamán vivía separada de los demás, en contacto con la naturaleza, con cierta soledad. Así es como lograba tener un gran conocimiento en todo lo vinculado con las plantas y minerales, con las que creaba un vínculo especial.

En su faceta más esotérica, para entrar en contacto con lo invisible y de acuerdo con las tradiciones, el chamán a veces recurría al uso de plantas (ayahuasca, tabaco) e instrumentos como el tambor chamánico y el arpa para hacer su viaje espiritual.

En nuestro tiempo, muchas personas se denominan chamanes a sí mismos, quizá con demasiada ligereza; de hecho, el término chamán se utiliza en exceso. No obstante,  cualquiera de nosotros podría convertirse en chamán, si aprendemos, a lo largo de los años, a desarrollar los sentimientos necesarios de conexión con la existencia, los poderes, y una amplia visión de la vida y del mundo.

En estos tiempos que corren,  el chamán es solicitado en la sociedad occidental durante desequilibrios físicos, emocionales o psicológicos (enfermedades, adicciones), fases de transición (el duelo por una muerte, un nacimiento), así como para un acompañamiento en la exploración de otras realidades (viajes espirituales, interpretación en los sueños). También se puede pedir el favor a un chamán para liberar algunas energías.  No obstante, cada cual puede iniciar su propio viaje espiritual acorde a su nivel, para así liberar la mente y estar más consciente de sí mismo y del mundo que nos rodea, tanto tangible como invisible.

¿Qué es el chamanismo?

El chamanismo no es una religión, sino una tradición espiritual ancestral. Hace un siglo comenzaron los primeros estudios sobre la materia desde un punto de vista antropológico, a raíz de lo que se observaba en Siberia, y más tarde, se calificó bajo este concepto otros fenómenos de la misma línea que tenían lugar en diferentes lugares del mundo.

Hay que señalar que no existe un chamanismo único, pues en todas las religiones hay figuras similares a la de los chamanes, en lo que se refiere a prácticas y rituales. El chamanismo es en sí una forma de vida, un método para considerar la vida. Es una forma de ser, un camino a través del cual el chamán alcanza sabiduría y conocimiento.

El chamanismo lleva una herencia ancestral espiritual, que fue transmitida durante milenios de manera oral, y nos recuerda que no estamos separados de la naturaleza, que somos parte de la misma. Así, muchas prácticas cargadas de conciencia ecológica, lo que nos llevan es a conectarnos más a las energías existentes de nuestro planeta.

Practicar el chamanismo es embarcarse en un camino de exploración y transformación  que te otorgará una nueva mirada sobre ti mismo y el mundo, y podrás estar en sintonía con el ritmo al que realmente fluye la vida. En esencia, es lo opuesto a la actual sociedad en la que el consumo y los bienes materiales son lo que prima, por encima del respeto a los animales o a la vida natural en general. Para sus defensores, el chamanismo puede tener éxito allá donde las religiones han fallado, pues sus reglas no están promulgadas por otros hombres; lo importante es que sepan lo que son, sin más.

El tambor chamánico en los viajes espirituales

El viaje chamánico no es necesariamente un viaje a través del espacio; es más un símbolo, una metáfora si lo preferimos. El chamanismo defiende la existencia otras dimensiones en las cuales expandir la consciencia, y se puede llegar allí a través de viajes espirituales.  Esta práctica ancestral requiere mucha concentración,  pero también de voluntad y energía, principalmente psíquica. En algunos aspectos, es similar a la meditación, pues se basa en conjugar bien la atención con la capacidad de dejar ir.

En los viajes espirituales nos abandonamos a nosotros mismos, y a veces  las plantas medicinales y mágicas tienen un papel importante, pues con ellas se alcanzan estados alterados de conciencia.

También se utiliza el tambor chamánico en estos viajes, para llamar a la protección de los espíritus guardianes de las 4 direcciones (Norte / Este / Sur / Oeste) y para permitir que la persona acceda a su subconsciente y su profundidad. Los sonidos del tambor chamánico logran llenar de armonía los dos hemisferios del cerebro, y así lograr que seamos seres completos durante el viaje.

El tambor chamánico es más que un instrumento musical; debe considerarse un vínculo estrecho que se crea con el tiempo y las experiencias. Cuanto más trabaja el chamán con su tambor, más poderoso y vivo se erige.

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