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Un ámbar de color naranja con bolas de aire atrapados dentro
ASTROLOGÍA

Ámbar: significado, propiedades curativas y usos en gemoterapia

Descubre para qué es beneficioso el ámbar y cómo utilizar su poder de piedra mágica.

Muchas piedras mágicas tienen un tono tan especial que su nombre se convierte en un color. El verde esmeralda, el negro azabache, o el ámbar. Esta última es  una de las piedras mágicas más poderosas que existen, y a continuación vamos a explicar su significado en gemología, su uso en gemoterapia para beneficiarnos de su poder, y para qué signos del zodiaco es óptima.

Ámbar: significado en gemología

Con alrededor de dos tercios de las reservas totales del mundo, el ámbar del Báltico representa el 90% del ámbar utilizado en joyas y adornos. Este tipo de ámbar se encuentra en Alemania, Dinamarca, Suecia, Finlandia, Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Rusia y Ucrania, en enclaves que se formaron hace unos 50 millones de años .

Hay que señalar que no es estrictamente una piedra, ya que el ámbar es el resultado de la fosilización de las resinas de pino, durante más de cuarenta millones de años. Además del conocido ámbar dorado  existen piedras mágicas de ámbar en otra variedad de color, como amarillo pálido, naranja, coñac, verde, negro, azul y rojo. Estos ámbares de tonos diferentes al habitual son realmente buscados por los mejores especialistas en gemología del mundo entero.

El ámbar se conoce desde hace milenios, y antes que nosotros, muchas civilizaciones se han beneficiado de su poder. Así,  vemos aparecer los primeros colgantes de ámbar en el 12000 antes de Cristo,  y los arqueólogos encontraron restos de joyas durante el Neolítico, en las casas y en adornos. En la Antigua Roma, las mujeres solían llevarla en sus manos porque se decía que les procuraba la eterna juventud. En la Edad Media, el ámbar se quemaba para combatir la peste, y en ciertas tribus africanas se empleaba para hacer mágicos talismanes de protección.

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Propiedades curativas del ámbar y sus usos en gemoterapia

Si atendemos a la gemoterapia, las virtudes y propiedades de la piedra ámbar son muy interesante a nivel tanto físico como psicológico. Si nos centramos en el primer aspecto, el ámbar es conocida por sus virtudes de alivio del dolor dental, pues posee un gran poder antiinflamatorio. Ayuda a descongestionar las vías respiratorias, así como a combatir las enfermedades relacionadas con el sistema respiratorio, el oído o la tráquea, por ejemplo, resfriados, dolor de garganta, gripe, entre otros.

A nivel psicológico el poder de las piedras mágicas de ámbar nos ayuda afirmarnos, a tomar nuestro lugar en el mundo, expresando nuestra personalidad sin cortapisas y favoreciendo el que nos impongamos a nuestro entorno. Es una piedra, además, que puede ayudar al trabajo intelectual,  promueve una reflexión más clara y estable, y sus propiedades para provocar optimismo serán una gran aliada contra las depresiones.

¿Cómo limpiar el ámbar?

Después de un tiempo beneficiándonos de su poder, se puede purificar energéticamente el ámbar para que recupere su energía si  la sumergimos durante varias horas en agua desmineralizada, ligeramente salada, y preferiblemente en una noche de luna nueva. Para mayor eficiencia, podemos cargar posteriormente la piedra de ámbar al sol hasta doce horas, o depositarla sobre una gran roca de cristal, una geoda. 

El ámbar y los chakras

El ámbar es una piedra mágica polivalente dentro del Reiki, y su energía sanadora puede servirnos para varios chakras o puntos energéticos que tenemos en el cuerpo humano. Así, se puede colocar una pieza de ámbar sobre el segundo, tercer, cuarto y quinto chakra.

En el segundo, el umbilical, previene enfermedades del aparato digestivo. En el tercer chakra, el del plexo solar, nos da poder y voluntad. En el cuarto, el chakra del corazón, palia la taquicardia y las palpitaciones, y en el quinto chakra, el del plexo laríngeo, sirve para luchar contra la sinusitis, el catarro o la otitis, entre otros.

¿Para qué signos del zodiaco es adecuado el ámbar?

El ámbar toca el alma, encanta la vista, calienta el corazón y excita la imaginación. Dentro del mundo de los horóscopos, encontramos que sus virtudes van muy bien para determinados signos, como son Géminis, Aries, Leo y Virgo.

Así que si tu pareja es de alguno de estos signos, no dudes en regalarte alguna joya con ámbar para que se beneficie de todo su encanto y su poder. Y es que no olvidemos que el ámbar es una joya orgánica, que no tiene un origen mineral, como sucede con la perla por ejemplo.

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Algunas curiosidades sobre el ámbar

En nuestros días, el ámbar se considera una piedra mágica muy rara y se compara con una piedra preciosa; de hecho, es habitual ver cómo se emplea en joyería, principalmente engastada en metales como la plata, el platino o el oro blanco. Es fácil encontrarla en colgantes, pendientes y todo tipo de adornos.

En este sentido tenemos que destacar que el ámbar es una de las tres piedras preciosas (junto con el diamante y el negro azabache) de origen vegetal, y al igual que el diamante, es el resultado de miles de años de permanencia en la naturaleza, y como hemos explicado, en su caso es  una resina que se ha mineralizado durante millones de años.

El ámbar con frecuencia contiene imperfecciones naturales y grietas brillantes, así como inclusiones prehistóricas: semillas, hojas, plumas o insectos enteros. Una pieza de ámbar que contiene insectos cuya edad se remonta a millones de años no es solo un objeto de colección, sino que también es una forma invaluable para los paleontólogos y genetistas de sumergirse en el pasado.

Esos insectos pueden encontrarse muy bien conservados, pero no lo suficiente como para hacer clones de especies extinguidas, algo que se nos viene a todos a la cabeza por “culpa” de las novelas y películas de ‘Parque Jurásico’. Eso sigue siendo una mera ficción; el ADN que se conserva dentro de estas piedras siempre está demasiado degradado.

Como suele ser habitual en las piedras mágicas,  en la mitología griega nos encontramos un origen divino del ámbar. Se cuenta que Faetón, hijo de Helios, el dios del sol, pidió a su padre permiso para conducir el carro del sol, para cruzar el cielo y demostrar su ascendencia divina.

Con el beneplácito de su padre, Faetón guio el carro a una altura demasiado alta, y causó frío en la tierra, y luego lo hizo demasiado bajo y quemó y convirtió en desierto parte de África. Zeus se vio obligado a intervenir, y con un rayo aniquiló a Faetón; por su deceso, las hermanas de Faetón se transformaron en álamos, vertiendo eternamente lágrimas de ámbar dorado.

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